miércoles, 29 de junio de 2011

Los Tesoros de Caracona

Cartel del cortometraje

Román Gutiérrez  es un chico emprendedor que en el 2004 se atrevió a producirme en plan guerrilla “El don de la duda” (largometraje del que estoy muy orgulloso y cuya mala suerte y otras cosas será un tema del que os hable otro día). En la primavera del 2006, Román me llamó para proponerme que participase en un pequeño festival en el que se rodarían cortos rápidos y con muy poca pasta, y cuyo argumento debería desarrollarse en la isla de Ons, situada frente a la costa de Pontevedra. Bien, me puse manos a la obra, y como siempre me pasa, la historia me fue atrapando. Quería hacer una peli de piratas, y la base argumental se convirtió en la promesa de un buen y gran proyecto.
Esto, obviamente, chocaba frontalmente con el planteamiento “aquí te pillo, aquí te ruedo” de aquel festival, y por lo tanto, pedí disculpas, me retiré a tiempo y dediqué ese verano a leer todo lo que pude encontrar sobre la piratería; emocionante, rastrera o gloriosa dedicación que, por cierto, ya existía en tiempos de la Grecia clásica, y que, como todos sabemos, aún hoy en día sigue viento en popa por aguas de Somalia y otros mares lejanos.

Entre los siglos XVI y XVII la mayoría de los piratas occidentales provenían de Inglaterra, Holanda, Francia e Italia, siendo casi todas sus víctimas barcos con bandera de España, que por algo estaba muy ocupada expoliando todas las riquezas de sus salvajes colonias en América. Aquí surgió el primer problema, ya que prefería que mis piratas fuesen españoles; más que nada, porque siempre intento respetar el idioma que se supone hablan los personajes, y en esta ocasión me pareció un poco peligroso subtitular una de piratas. Por suerte, continuando con mi investigación (adoro esa etapa del proyecto llamada “trabajo de campo”) conseguí averiguar que en durante el siglo XVIII, en plena decadencia del imperio (ya no les quedaba nada por robar) sí hubo algún que otro barco español dedicado al atrevido arte del abordaje.
Pues bien, sabiendo esto, quise rizar todavía más el rizo decidiendo que mi protagonista sería una mujer, una hembra con un buen par y capaz de liderar a una tripulación sanguinaria. Para redondear la faena, al saber que había existido una pirata inglesa llamada Jane, una francesa cuyo nombre era Jeanne, y otra italiana conocida como Giovanna, obviamente, bauticé a mi protagonista como Juana. Lo más sorprendente fue que poco antes del rodaje, cuando ya había decidido que Juana llevase los mismos colores que Vienna, la aguerrida protagonista de “Johnny Guitar”, recordé que la actriz que había encarnado a aquella inolvidable mujer se llamaba Joan Crawford. O sea, que lo de Juana estaba más que cantado.
La excusa argumental sería la consabida búsqueda de un tesoro, pero intentando verlo de una manera más detallada; en fin, que mi curiosidad me llevó a suponer que al espectador le podía interesar saber cómo se busca un tesoro, cómo se miden los pasos, etc, etc.
Por otra parte, la historia estaría construida sobre dos conceptos: la futilidad de los intereses humanos (nuestros amigos de hoy serán nuestros enemigos de mañana, y al revés), y la falsedad de la verdad oficial. Al final de “Los tesoros de Caracona” las antipatías  de casi todos los personajes darán un vuelco de 180 grados, y además, el espectador sabrá que estos piratas creerán haber visto una cosa (y así lo contarán) que, en realidad, no ocurrió. De hecho, el corto termina con una voz en off (la mía) cuya última frase es “y así, amigos, así se escribe la Historia”.
El rodaje tuvo lugar durante un fin de semana de agosto del 2008 en la zona del faro Prior, una costa agreste muy cercana a Ferrol, cuyo Ayuntamiento nos hizo felices patrocinando el proyecto con 30.ooo euracos, presupuesto ajustado, ya que, tratándose de una película cuyas referencias eran clásicas (tanto en cine como en literatura) y muy alejadas de las actuales payasadas del Caribe, tomé la decisión de rodarla en 35 mm y con todos los medios posibles.
Farruco Castromán y Orlando Villasenín
En fin, espero que tras esta introducción os entren ganas de ver “Los tesoros de Caracona”, una peli de aventuras protagonizada por un grupo de piratas, cuyos componentes no son personajes de pacotilla y prototípicos sino personas normales, con dudas, miedos y sueños. Después, si os apetece, en el blog os contaré más cosas o responderé a vuestras dudas, preguntas y críticas.

De momento podeis ver el trailer en el canal Youtube
Un saludo pirata de Alber Ponte

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